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El Mensaje del Murciélago

Y finalmente llegó el día, ése tantas veces deseado, ése en el que se cumplió. Cuántas veces hemos escuchado, pensado y compartido expresiones tales como: ojalá que le agarre una peste y que no quede ni el loro... mal nacido debería tener el peor de todos los males..., deseo irrefrenable frente a todo lo que nos resulta diferente, ideas, formas de vida, personas, razas, culturas, etc.
El mensaje del murciélago

Asistimos a un fenómeno desconcertante, amenazador e intrigante y surge el impulso de registrar este momento, tal vez con el único propósito de certificar su paso, sintiendo mezquinamente que se hizo algo, que no pasó sin pena ni gloria, aunque pena ya hay bastante y la gloria aún espera. En la era donde nada es imposible, pasa ante nuestros ojos toda nuestra vida y nos exhorta a cumplir el rol de espectadores desde el cual no dejan de azotarnos pensamientos de impotencia, angustia y desolación. No resulta creíble que en el siglo XXI la aniquilación, ésa que alguna vez fantaseamos como forma de poner fin a todo aquello que no comparto, bueno hoy se hizo realidad y se torna insoportable. Muchas veces hemos leído y escuchado frases como: “cuidado con lo que deseas”, ahora sabemos por qué.

Atrás quedaron los abrazos y el encuentro con el que amamos, tan vulnerable como los otros, se agita el deseo que llegue el día en que volvamos a abrir la puerta para salir a la calle y que estén ahí, con un ruego silencioso y cómplice esperamos que la fantasía no los haya alcanzado, con la convicción de haber aprendido la lección, en silencio y casi sin darnos cuenta, fundirnos en un abrazo con la promesa de que no lo volveremos a hacer.

En estas líneas nos proponemos interpretar el terrible momento que azota a la humanidad en el año 2020, desde una posición meramente lúdica e imaginativa, dejando volar la imaginación con el único objetivo de poner en palabras uno de los fenómenos más devastadores de nuestro siglo.

Definición de Murciélago: pertenece a la familia de quirópteros, orden de mamíferos voladores cuyos miembros anteriores, muy desarrollados y con los dedos largos, sirven de soporte a unas alas membranosas que se extienden por ambos lados del cuerpo y abarca los miembros posteriores y la cola. Los quirópteros son animales insectívoros de hábitos nocturnos.

Este es el único mamífero capaz de volar. Como otros animales utiliza la ecolocación, que es la capacidad de conocer el entorno a través de la emisión de sonidos interpretando el eco que los objetos producen al toparse con ellos. Se dice que los murciélagos son ciegos, esto no es así, es verdad que poseen una visión muy reducida, por tal motivo les resulta más efectivo el uso de la ecolocación. Existen algunas especies que cuentan con una visión mejorada aunque igualmente implementan la emisión de sonidos. En general estos animales viven en grandes grupos para protegerse. 

Sigmund Freud

Son portadores de un gran número de virus a los que se han adaptado y es por eso que en su mayoría no los afecta. Actualmente la transmisión de estos virus al hombre, los ha puesto bajo la lupa y proliferan los estudios sobre estas criaturas. Si bien es necesario conocer su fisiología y la de los virus que portan, señalemos que no son los murciélagos los responsable de la proliferación de estos virus. Tal irresponsabilidad ha de atribuirse a la invasión humana sobre su territorio y comunidad. 

Entre los virus que los murciélagos portan, se encuentra la familia que se ha denominado coronavirus; su nombre surge de su aspecto debido a que se parece a una corona. Estos fueron descubiertos en la década de los 60. Hay diferentes tipos y cada uno provoca distintas enfermedades que van desde un simple resfriado hasta una forma de neumonía grave. Algunas de ellas se conocen como: síndrome respiratorio agudo y grave (SRAS, también conocido como SARS y SRAG, se detectó en China en el año 2002 con un índice de mortalidad del 10 %. Luego se detectó en Arabia Saudita el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en el año 2012 y su mortalidad es del 35 % y a finales del 2019 se manifiesta en China COVID-19 que debido a su propagación ha sido calificado por la OMS como una pandemia.

Por su alto nivel de contagio y el peligro que representa para la salud de la población, el mundo en su totalidad se encuentra expuesto y vulnerable ante el COVID-19. Los resultados de infectados son alarmantes y este fenómeno se ha cobrado un sin número de vidas que realmente espantan. Como única herramienta, hasta ahora, para hacer frente a este omnipotente poder la humanidad ha de aislarse.

Por otra parte cabe señalar la importante función del quiróptero en la naturaleza debido a su rol polinizador y regulador en la reproducción de algunos insectos. 

La imagen que representa este animal es opuesta, por ejemplo: Para la cultura China, éste es un símbolo de longevidad, buena suerte, buen augurio y felicidad y su figura de cabeza abajo suele aparecer bordada en los dibujos o tallada en las puertas para expresar el buen presagio, puesto que el “murciélago con cabeza abajo” representa la buenaventura. En esta cultura el murciélago junto con la imagen del ciervo son símbolos de fortuna, buena suerte, alta posición social y buena salud. Una particularidad de ésta cultura es la relación que establece con este tipo de símbolos, dado que en muchos casos, ya sea por tradición cultural o por superstición, son parte de su menú alimenticio como forma de asimilar las características de aquello que admiran y honran. 

Para la cultura occidental la historia es otra, la imagen del murciélago está asociada con una figura siniestra de mal augurio, reeditando historias de lugares embrujados, vampirismo (Drácula), cementerios, cuevas oscuras, etc. Debido a su vida nocturna, aspecto y parecido con las ratas, el murciélago resulta un animal aterrador para la gran mayoría de occidente. 

La ciencia ha avanzado en el estudio de este animal y particularmente hay una especie que ha cautivado el interés de muchos estudiosos, se trata del murciélago vampiro. Estos se alimentan exclusivamente de sangre. Un estudio realizado por científicos de Alemania y EEUU muestra el comportamiento de esta especie con su comunidad, donde se observa como comparten un poco de sangre con iguales que no hayan podido comer ese día.

 

Esta característica de cooperación, su longevidad y la capacidad de ecolocación resulta un gran atractivo para la comunidad científica.

La revista Current Biology  realizó un experimento a partir del cual concluye que “los murciélagos vampiro son animales muy sociables y una de las pocas especies, junto a los primates o las ratas, que muestran cooperación recíproca”. 

Hasta aquí nos ocupamos de describir al murciélago, ahora precisaremos algunas cuestiones del hombre para interpretar el encuentro de ambos. 

Definición de Hombre: son múltiples las acepciones de ésta palabra, de manera general hace referencia al ser animado racional sea varón o mujer. En este sentido, la palabra se utiliza como sinónimo de ser humano, especie humana, Homo sapiens o género humano. 

Para la Biología el hombre es un mamífero bípedo del orden de los primates y de la familia de los homínidos, (primate con capacidad para andar en dos pies, erguido, con inteligencia y habilidad manual), especie Homo sapiens (hombre sabio), característica que lo diferencia de otros homínidos. El hombre es un ser racional con capacidad para pensar, reflexionar, inventar, crear, aprender, enseñar, utilizar sistemas de signos complejos como el lenguaje, etc. 

Para la filosofía representa una unidad indivisible, dotada de alma y espíritu, ser racional, el ser humano tiene conciencia de sí mismo y de su existencia, con la capacidad de poder reflexionar sobre su pasado, su presente, y proyectarse al futuro, con discernimiento entre el bien y el mal, según una escala de valores propia y/o compartida o no con la comunidad. 

Según Hobbes el hombre es una criatura egoísta, violenta y ventajera, cuya única motivación es su propia supervivencia, manifestándose así todas las pasiones que doblegan a la razón, asegurándose de este modo la aniquilación. 

El hombre tiene representaciones y pasiones elementales, las cuales expresa a través del lenguaje al que imprime un significado. El lenguaje es lo que permite que el hombre se aleje del estado natural para acceder al mundo simbólico. Como parte de ese universo es capaz de mentir, hecho que da origen a la desconfianza del hombre con el hombre, temor que lo llevará a la guerra de todos contra todos. 

Freud dice que el hombre es un ser instintivo y la civilización asume el rol de mantener al instinto bajo control, de otra manera el hombre recurriría a lo que fuese necesario para beneficio de sus deseos. El papel represor que juega la sociedad es un mal necesario. El punto de origen no es un juicio exacto sobre lo verdadero de las cosas, sino un juicio de atribución relacionado al placer y displacer. 

El yo-placer originario quiere, como lo he expuesto en otro lugar, introyectarse todo lo bueno, arrojar de si todo lo malo. (Freud – 1915). 

 

 

me gusta = objeto bueno, parte de mí, no me gusta = objeto malo, fuera de mí. 

 

 

Para el psicoanálisis el juicio tiene por función atribuir o desatribuir existencia, así como admitirla o impugnarla, tal objeto existe en tanto le sea atribuida esa existencia por mí y además admitida. En Hobbes, la sociedad es el elemento fundamental de nuestra libertad, es a partir de la protección que ésta ofrece que se despliega la posibilidad de vencer el miedo animal, la desconfianza y de esta manera poder ser más bondadoso. 

Más allá de las diferencias entre Hobbes y Freud ambos plantean la raíz autodestructiva del ser humano, en un caso ligada a su estado de naturaleza, y en el otro al instinto. Ambos otorgan un papel fundamental a la sociedad para la conservación de la especie humana. 

Pasiones, deseos… lo cierto es que algo se haya en el hombre con la suficiente fuerza como para inhibir a la razón, ésta última propia de la especie y a partir de la cual se esperan acciones y comportamientos “razonables”, es decir contrarios a lo instintivo, incontrolado, primitivo, sin embargo el hombre frecuentemente porta cierta debilidad para enfrentar sus pasiones. 

La literatura en torno a esta cuestión es basta y enriquecedora, aunque también es verdad que muy escasa es aquella que ha considerado este aspecto primordialmente humano a la hora de analizar “cuestiones humanas de carácter global en el mundo post moderno”. 

Haciendo uso de lo expuesto hasta el momento es posible plantear algunos puntos a ser considerados a la hora de descifrar el mensaje del murciélago en el encuentro con el género humano, dado que un fenómeno de alcance mundial y con efectos devastadores se ha generado ahí. 

En este punto lo expuesto resulta obvio, se trata de consideraciones que se encuentran desarrollas por importantes corrientes de pensamiento. Sin embargo la propuesta es lanzarnos a partir de ellas y dejar volar la imaginación para que desde una novelesca y lúdica interpretación descifremos el “mensaje del murciélago”, fieles a las características de nuestro protagonista, resulta enigmático hacerlo. 

Por un lado está el murciélago que porta virus a los que se adaptó, teniendo en cuenta que no lo afectan. Será posible que la capacidad de interpretar el eco de todo cuanto porta lo haya favorecido en esta empresa? Es curioso observar cómo ha logrado integrar a estos microscópicos acompañantes a su longeva vida en comunidad. 

Por otra parte está, His Majesty the Baby (Freud – 1914) quien aparece estrepitosamente produciendo una debacle. Repasemos lo dicho: vemos cómo para la cultura occidental y para la cultura oriental un mismo objeto, en este caso el murciélago, adquiere sentidos opuestos desde la imagen espantosa y vampiresca hasta la de una cuasi deidad digna de ser adorada para la cultura oriental. 

Despojado de estas atribuciones el murciélago es solo eso, un animal que cumple un papel determinado en la naturaleza, que vive en una comunidad y presenta comportamiento solidario para con sus semejantes, que se alimenta de insectos y vegetales, longevo, feo y atemorizante y porta una variedad de virus con los cuales aprendió a lidiar, es decir se adaptó, todo eso es el murciélago. 

 

La dualidad que encontramos, en este caso en torno al murciélago, no resulta exclusivo. Al mirar un poco más allá vamos a re-encontrar, como dice Freud, aquello que alguna vez fue proyectado afuera y que aparentemente se encuentra representado en lo opuesto. Al parecer resulta menos problemático mantener esa primer atribución, aquella la del origen, la que se rigió bajo el imperio del principio de placer, aquella desde la cual la realidad tal como es no es aceptada, es negada en su existencia. 

Es así que aquel cachorro de hombre, en un intento desesperado de tolerar el contacto con la realidad, dividió al objeto, pero conforme el tiempo pasó no lo volvió a unir. Entonces organizó el mundo en opuestos: oriente/occidente, norte/sur, negro/blanco, machismo/feminismo, pobre/rico, derecha/izquierda/, capitalismo/comunismo, democracia/tiranía, etc. etc. etc., esta división dicotómica da lugar a una amplia gama antagónica. Como ya lo hemos considerado se trata de una reacción muy primitiva, infantil, por lo tanto inmadura, es la necesidad de lidiar con la vulnerabilidad del ser humano que resulta intolerable. 

Con mucha suerte, se espera que el adulto humano se reconcilie con esos aspectos que arrojó de sí, y acepte que no es lo uno o lo otro, sino lo UNO Y LO OTRO. Al igual que el murciélago adaptándose a sus virus y logrando, de ese modo, convivir con ellos. 

La ilusión de estar a salvo con la lógica de los opuestos cae ante nuestra perplejidad, dado que un mensajero viene desde oriente a integrar a occidente en una misma calamidad. 

La integración del objeto no implica un rejunte de personas indiferenciado y amorfo en aras del bien de la humanidad, por el contrario, integrar al objeto, es decir volver a unir aquello que antaño fue dividido, implica aceptar lo ambivalente de éste, el objeto en su totalidad ha de ser bueno y malo. Cuando hablamos de objeto la referencia es al hombre específicamente, porque antes de constituirse en sujeto (en el mejor de los casos) el hombre es objeto, y está condenado a ser objeto para otro sujeto. 

Un mensaje que se puede extraer del murciélago es la capacidad de adaptación, para lo cual es imperioso atribuir existencia a lo bueno y malo, el hombre no es ni bueno ni malo, es ambos. La posibilidad que ofrece esa integración es aprender a vivir con ella. Como el murciélago se adaptó a sus virus, el hombre deberá adaptarse a su ambivalencia para decidir qué hacer con ello. 

Antes de seguir recurriendo a nociones abordadas desde el psicoanálisis se impone la necesidad de excusarse ante los padres e hijos representantes de este marco de referencia, en el trazo de estas líneas lejos estamos de pretender erguirnos como tales, dios nos libre de tamaña empresa, simplemente es menester recurrir a algunas nociones que actúen como el puntapié que nos lleve a la interpretación alegórica del mensaje que intentamos descifrar. Entendiendo que en el malestar que supone la existencia bastante pobre ha sido la contribución que desde la praxis ha realizado el psicoanálisis para mejorar la calidad de vida del hombre, atrincherándose en los muros de la teoría que resguardan con recelo la verdad revelada que supone. 

 

Volviendo al tema en cuestión un trabajo de Yunis J. resulta apropiado, en él y a modo de introducción recurre a Heidegger  y a su artículo sobre “La cosa”, donde plantea algo interesante en torno a la vasija, si la vasija y dice: 

el objeto más simple de la alfarería y quizá el elemento más familiar de la industria humana, más allá de su función de útil, ¿en qué consiste?, ¿dónde radica lo que lo caracteriza? Heidegger concluye que el vacío, es lo que la vasija es como recipiente que acoge. La esencia del recipiente no radica en la materia de que está hecho sino en el vacío que acoge. El alfarero, al moldear la arcilla, también moldea el vacío: crea el vaso o la vasija alrededor de ese vacío… 

Desde el psicoanálisis el objeto se constituye en la medida en que haya un vacío, algo que falte, la cual remite a una pérdida muy primaria, que nos conduce a los tiempos de la experiencia de satisfacción e insatisfacción previas a la adquisición del lenguaje. 

El pensamiento de Hegel introduce la idea de que la palabra implica la muerte de la cosa, con el uso del símbolo la cosa ya no está, está el concepto que la re-presenta. Freud coherente con esta idea de Hegel supone que esta exclusión de lo real (la cosa sin el símbolo) por la introducción de lo simbólico, será la piedra sobre la cual se constituirá el psiquismo y en consecuencia el sujeto humano. Aquello primitivo quedará excluido y las experiencias irrepetibles debido a la muerte que el símbolo produjo en ellas, conformarán el vacío, el agujero, la falta. 

En adelante esta pérdida primordial es el punto de partida para que el sujeto humano intente reencontrase con lo perdido en cada vínculo con un objeto. Cada encuentro con un objeto es como si el sujeto tratase de repetir aquella experiencia primitiva, por lo tanto el encuentro lo impulsa a la búsqueda y no al revés. En tal sentido: si todo encuentro lleva a una búsqueda de aquel mítico objeto que ya no existe, cada encuentro deja sabor a insatisfacción dado que no es aquel objeto perdido. Sin embargo es a partir de esa insatisfacción que el sujeto seguirá buscando, esto es paradojal, si lo es, y es precisamente aquí donde el Sujeto estará a salvo. Pensemos un instante… en principio el objeto que el sujeto busca no existe, por lo tanto sería posible encontrarlo? qué ocurriría si cree haberlo encontrado? 

En 1930 Freud escribe El Malestar en la Cultura. En este formidable trabajo nos ilustra acerca de cómo el sujeto, por amor, renuncia a la pulsión para entrar a la cultura, o como dijera Lacan, el sujeto entra barrado por esa pérdida que se origina al ingresar al discurso del Otro. Esta renuncia provoca ese agujero necesario, con el deseo susurrando, y el objeto perdido desde donde se movilizará el deseo. Sin embargo este esquema responde a épocas donde lo común es la neurosis, en un contexto social de límites y represiones claras, ese contexto que posibilitaba que los sujetos desearan otro orden sociocultural, así como a los niños desear otros padres, es decir que las condiciones limitantes del posibilitaban desear otra cosa. 

Martin Heidegger

Hoy esto ya no es así, ese contexto paso de ser represor a seductor, donde el dominio del significante “no” fue dando lugar al por qué no? Los límites difusos dan lugar a la seducción que se constituye en narcótico ante las demandas del otro, esta época promueve la ilusión que mediante los objetos se satisface el deseo de completud, la cual ya dijimos no existe, y que si la vasija no se estructura alrededor del vacío no es una vasija. 

La era actual ubica al sujeto en el lugar de la ilusión y los objetos al servicio de intentar borrar la insatisfacción original, lo que Lacan llamó inadecuación fundamental. 

Los tiempos actuales reverencian la ilusión, al alcance de todos, de no privarse de nada, narcisismo extremo en el cual el otro (objeto) cumple esa función, la de satisfacer-me, se propone sustituir la sujeción uniforme por la libre elección, error de ingenuos, niños que lloran y no logran reponerse de la perdida primordial, a la cual universalmente estamos sujetos y es lo que nos hace humanos, el vacío que hace que la vasija sea vasija, ese vacío que pretende, ilusoriamente, llenarse con objetos. 

Ya expusimos que el deseo nunca se satisface completamente, y que por ningún motivo se concentra en el deseo de un objeto, como pretendemos creer, sino que el objeto del deseo es aquel que perdimos, que no vamos a encontrar y el que nos permite seguir deseando. 

La particular importancia que en estas líneas se ha otorgado al objeto, y a los objetos es un disparador para pensar qué otro mensaje porta el murciélago, y aquí es interesante observar los alcances de índole global, el mundo todo a los pies de la “corona virus”. 

Este fenómeno no obedece a leyes de mercado, ni a la oferta, ni a la demanda. Justamente si hay algo que está en vilo, es el orden establecido, el statu quo, no existe aquello que nos libere de este fenómeno, la única herramienta, hasta ahora, capaz de mitigarlo, es el aislamiento. 

¿Podrá ser que la posibilidad de controlar a la corona se encuentre dentro de cada uno? 

Bien este podría ser uno de los mensajes posibles, pero también puede haber otros. Sigamos jugando con nuestra imaginación. 

Se trata ahora de pensar un poco acerca del fenómeno que se generó a nivel mundial, pandemia, a partir de uno de los virus que porta el murciélago. Este nos exhorta a la reclusión, al aislamiento, por el momento es la única herramienta que podría llegar a controlarlo, como consecuencia de desoír esta imposición de su majestad “la corona virus” con poder para someter a toda la humanidad, vemos como se amontonan nuestros cadáveres, sin balas, sin explosiones, sin dinero para negociar, nos deja impávidos, recluidos y temerosos, rogando por su piedad, increíble cuanto poder. 

Impensado en la era de las comunicaciones para la cual el avance tecnológico no reconoce limites, confinarnos al asilamiento, donde hoy estos recursos tecnológicos son los que nos permiten seguir en contacto virtual con el mundo, el sueño de esta época que tanto bendijo y honró esta nueva forma vincular, la virtual, aquella que nos permite alimentar la ilusión de estar conectados en un mundo físico de soledad, donde el abrazo, la mirada, el beso, el apretón de manos, el poner la oreja resulta ser amenazador, bueno amigos se cumplió otra vez la fantasía y nuevamente resulta aterradora. 

Volviendo al murciélago, cuasi ciego y a su capacidad de sentir a través del eco los sonidos que devuelven los objetos, tal vez el salto cualitativo, para este siglo tenga que ver con parar un poco, dejar de “avanzar tanto” y volver a aquellos momentos fundantes y recuperar lo que la dualidad disoció. Tal vez se trate de unir-se, integrar-se, reencontrar- se, ecolocalizar-se, primero con uno, librando la batalla del hombre lobo y luego con el otro, el semejante, el igual, ese al que le atribuí mi propia maldad, ese del que creí me debía cuidar, para descubrir que es a ese al que debo cuidar, pero de mí mismo y no al revés. 

Sería saludable que el homo sapiens se pusiera los pantalones y mandará a His Majesty the Baby a ordenar el cuarto y entonces la razón se impusiera sobre el impulso, porque nos está empujando masivamente, y en ese sentido particularmente de manera prematura, a concretar la única certeza universal. 

Invitados a sentir los sonidos propios y del otro, se abre la posibilidad de conocer y re- conocer quiénes somos, cómo estamos, qué necesitamos, qué hacer con nuestros “virus” y solo en el caso de desearlo, podemos volver a estar juntos. 

Tal vez sea buen momento para barajar y dar de nuevo y ojala que se pueda decir, con la lección aprendida… vale dudarlo. 


Bibliografía 

– Alvarado M. Sujeto del vacío…clínica donde (nada) falta. Artículos Académicos – 2015. – Figueroa A. Durán E. Mendizábal N. Oyarzun S. El juicio de realidad y mundos posibles en personas con esquizofrenia. Revista Chilena de Neuropsiquiatría, vol. 55, núm. 3, julio-septiembre, 2017 – Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile Santiago. – Freud S. (1914) “Introducción al Narcisismo”. EN Strachey J. (1991) Editor.: “Sigmund Freud Obras Completas: Introducción al Narcisismo”. Buenos Aires – Amorrortu – Tomo XIV – Freud S. (1915) “Pulsiones y destinos de la pulsión”. EN Strachey J. (1991) Editor.: “Sigmund Freud Obras Completas: Trabajos sobre matapsicología”. Buenos Aires – Amorrortu – Tomo XIV – Freud S. (1930) “El malestar en la cultura”. EN Strachey J. (1976) Editori.: “Sigmund Freud Obras Completas: El porvenir de una ilusión – El malestar en la cultura y otras”. Buenos Aires – Amorrortu – Tomo XIV – Guangdong University of Foreign Studies Language Design – El sentido cultural de los zoónimos en chino y en español WU FAN – 2015. – Hobbes T. (1651) “Del origen interno de las mociones voluntarias, comúnmente llamadas “pasiones”, y términos por medio de los cuales se expresan” EN Hobbes T. (1990) Editor.: “Leviatán” Buenos Aires – Biblioteca del Político – Lacan J. (1956/57) La relación de Objeto EN Lacan J. (1994) Editor.: “El Seminario 4” – Buenos Aires – Paidos – Luna C. ¿El hombre es bueno o Malo por Naturaleza? Las respuestas de Freud y Hobbes – 

HTTPS://SSOCIOLOGOS.COM/ – Sauval M. Comentario sobre La Verneinung – Articulo: Clínica y Psicoanálisis. – Yunis J. EL OBJETO EN PSICOANALISIS – FTS – UNER – www.fts.uner.edu.ar › desde_el_fondo › pdf › Nro_15 › 2 Yunis 15 

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