En los últimos tiempos se ha incrementado la participación de los profesionales de la psicología en el ámbito jurídico y en consecuencia se hace necesario contar con psicólogos capacitados en este campo, teniendo en cuenta las particularidades que asume la práctica profesional en la intersección de ambos discursos.
Formarse en esta disciplina es no solo un desafío sino también un compromiso que el psicólogo adopta a fin de transformar su expertes en un recurso que se constituya en un aporte que favorezca la construcción del Sujeto del campo jurídico.
Con frecuencia suele utilizarse la siguiente expresión: “El Psicólogo Forense es un invitado al Campo Jurídico y por lo tanto debe seguir sus reglas”.
Esta expresión tiene diferentes connotaciones; en principio la idea de “Invitación”; es evidente que se trata de una invitación que los psicólogos aceptamos y en muchos casos no sabemos claramente a qué vamos, para qué vamos y por qué?
Por otra parte cuál es el objetivo del Derecho cuando invita a psicólogos a participar en su Campo Profesional, la respuesta aunque resulte obvia no es menos importante plantearla. El Derecho invita al psicólogo a participar de su campo profesional para que aporte su expertes.
En este punto resulta aceptable que desde el campo jurídico se solicite expresamente aquello que se requiere del psicólogo, pero de ningún modo podría imponer las características, que en esta situación, debiera asumir el rol del psicólogo. Esta es la reflexión permanente que el psicólogo no puede eludir acerca de su práctica.
Pensar la función del perito psicólogo en el campo jurídico implica adoptar una posición, esta se encuentra en la diferencia entre lo jurídico y lo psicológico, sobre la base que aporta lo propio de su campo, el Sujeto de la Subjetividad Clínica. Configurando de este modo un abordaje específico desde la psicología que constituya un aporte al campo jurídico basado en la evidencia científica, conformando así una práctica objetiva con los fundamentos del conocimiento científico propio del quehacer psicológico.